Jessica Salazar, por un sueño con sabor a revancha

El pasado ciclo olímpico vivió una situación que habría roto todos sus sueños. Por decisiones de pantalón largo, se quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero ahora, la ciclista jalisciense Jessica Salazar Valles tiene su boleto asegurado para París 2024 y con él vivirá su sueño de niña, que no es solo estar en la justa olímpica, sino competir por una medalla.

“En 2015 comenzó mi sueño olímpico. El proceso a Río 2016 ya estaba algo avanzado, y para Tokio hubo algunos problemas ya conocidos, pero el objetivo de estar en Olímpicos y pelear una medalla no se perdió, al contrario, vi los Juegos Olímpicos como una meta alcanzable. Este ciclo olímpico fue muy bueno. La emoción es grandísima por clasificar, pero también por ganar el Panamericano por segundo año consecutivo, por tener una buena marca, dentro de las mejores cinco del mundo, y soñar con la medalla olímpica”.

Ahora, la todavía poseedora del récord mundial de los 500 metros contrarreloj vivirá su primera justa olímpica con el orgullo de representar no solo a un país, sino a un estado que siempre la apoyó, incluso en los momentos más oscuros. “Es un sueño muy grande representar a Jalisco, que es el mejor estado en el ámbito deportivo, y poder bridarle una medalla, sería lo mejor. Me emociona mucho aportar mi granito de arena para las siguientes generaciones, que sepan que pueden, que el estado nunca los va a dejar. El pase olímpico se lo dedico a mi familia y a todas las personas que me estuvieron apoyando desde hace 10 años, a todo el equipo que trabaja conmigo, al Code Jalisco y al cuerpo técnico”.

Cada año compitiendo contra las mejores del planeta le ha dado a Salazar la perspectiva suficiente para saber qué tiempos tienen que lograr, tanto en lo individual como en lo colectivo, si quieren obtener una medalla. “Tenemos tiempos muy similares a los de las campeonas del mundo. Sabemos que tenemos margen de mejoría y que podemos estar dentro de los 46.500 segundos, tiempo que te daría una medalla. En lo personal, mi objetivo va a ser una primera vuelta de 18 segundos, bajar de los 19, que me ha costado esta temporada pero lo puedo mejorar, y ahora queda disfrutar de la preparación para llegar sin preocupaciones, a disfrutar, sabiendo lo que tengo que hacer, dar lo mejor y no quedarme con nada”.

La preparación será clave para llegar en las mejores condiciones a la justa parisina y comenzar su andadura el 5 de agosto en el Vélodrome National de Saint-Quentin-en-Yvelines, y tanto Salazar, como su equipo, ya tienen definidos los pasos que van a dar. “Lo más importante va a ser contar con una buena base, sumar kilómetros y repeticiones en el gimnasio. Estaremos tres semanas en Bélgica después del campamento en el velódromo de Los Ángeles, que es muy similar el de París, lo que nos permitió entrenar en similares condiciones de altimetría; y ya de ahí, a París para darlo todo”, concluyó la plusmarquista mundial.